En Colombia nuestras prisioneras políticas y de guerra, intentan sobrevivir en un sistema carcelario creado para el control y el exterminio mediante el ensañamiento y la tortura del régimen colombiano que descarga todo su odio y venganza contra los que no se arrodillan ni entregan las banderas políticas y sociales. Dentro de estos despropósitos está el pretender negarnos la condición de luchadoras políticas, de beligerantes y rebeldes, de transformadoras sociales, de verdaderas patriotas.
Ejemplo de dignidad, lealtad y firmeza han mostrado nuestras guerrilleras y guerrilleros presos, superando toda clase de ultrajes y violaciones a sus derechos humanos y jurídicos, de parte del estado.
Con optimismo revolucionario, desde nuestras trinchera de dignidad, guerrilleras de la Delegación de Paz de las FARC-EP, extendemos un abrazo a nuestras camaradas prisioneras políticas y de guerra, y nuestro más profundo reconocimiento a la actitud digna y combativa que han mostrado frente a un Estado Terrorista que se ensaña con venganza contra las combatientes que han convertido la cárcel en una trinchera de lucha, por los cambios estructurales que clama con urgencia nuestra patria.